Mi idea es mostrar
una serie de cuerpos maltratados, con estigmas y heridas. Cuerpos caídos y
agónicos. No hay piedad para ellos. Su entorno es una prolongación de su
sufrimiento; cuerdas, sujeciones y demás instrumentos les paralizan e impiden
su movimiento[i].
Se encuentran suspendidos en una especie de disenso; con la continuidad de la
vida, de cualquier lógica y sentido; en
un sufrimiento eterno, en un grito infinito.
El cuerpo se
encuentra así en una doble dimensión; la orgánica y literal, pero también la
construida y simbólica. Se rompe su estructura a través de retorcimientos y
discontinuidades. Jugamos con la fragmentación del cuerpo despedazado, del caos.
En el desgarro el
cuerpo alcanza su dimensión real, deja de ser un símbolo glorificado y
completo. El cuerpo fascisfoide de la figura de la Gestalt con la piel como
armadura y territorio contrasta con la
herida, la grieta..
El propósito es
arrancar al espectador sentimientos de frustración e impotencia. Mostrando Lo
Real, los Imagos, se ofrece una experiencia única intensa que lo desarma y
empuja hacia sus convulsiones internas que le redescubren su propia fragilidad
humana. Es también trasladar al lenguaje artístico una tensión percibida y
experimentada. Una urgencia que hace de algunos artistas un sensible sismógrafo
ante situaciones de riesgo, daño y conflicto.
A lo largo de la historia la creación
artística ha ido generando códigos y maneras para representar actos violentos,
aunque fueran sublimados o justificados. En el pasado se legitimaba la barbarie
proporcionando un sentido y una moraleja a la sinrazón.
Durante siglos, la
Violencia Mítica[ii]
fue construyendo un amplio espectro de representaciones con carga de mensajes
doctrinales o políticos. Historias, donde el vencedor (el héroe) definía los
términos de la representación
El Darwinismo
Social [iii]proporcionó
la fórmula de la “Razón Natural” en el
que la naturaleza ejerce la violencia como proceso habitual para la selección y
supervivencia de las especies. Freud[iv]
sostenía que la violencia y destructividad; “la pulsión de la muerte” mantenía
cohesionada a la comunidad, así como la “pulsión erótica”.
Los debates de género han resaltado la fuerza
de la realidad acerca de la violencia hacia las mujeres. El cuerpo como objeto
de violencia; Kiki Smith[v];
representa despojos corporales para mostrar el interior del cuerpo humano que se
torna exterior a medida que se filtra hacia el mundo
Cuerpos
distorsionados de la muñeca de Hans
bellmer[vi]
que muestran una sexualidad perversa. Una parte oscura e inquietante que parece
mostrarse a través de la mirada, pero que juega con el aspecto psicológico del
individuo
¿Es suficiente el
arte??
Se ha planteado la
validez, insuficiencia o efectividad de las representaciones artísticas de la
violencia y el daño. En cierto modo, la imagen implica siempre una afirmación
de la presencia…En esto toda imagen es una renegación de la muerte y de la
pérdida. A continuación se muestra como se han planteado esta pregunta alguna
Por ejemplo la
ausencia e idea de aislamiento en la Habitación del Dolor de Beuys[vii]
Proceso de Victimización; se usa la voz de la víctima o
la presencia muda para reconstruir la memoria colectiva, para crear empatía con
el espectador a través de la identificación. Ya no se trata de representar al
héroe y publicitar su nombre, sino también de aquellos nombres que se diluyen
en la categoría genérica de los caídos o víctimas. Hay una necesidad de
identificar y nombrar para rescatar las condiciones de humanidad dentro de la
barbarie. Santiago Sierra[viii]
a través de fotografías y videos visibiliza la perversidad de las tramas de poder que fomentan
la alienación y explotación de los trabajadores.
El arte puede
desplegar sus capacidades para mostrar Lo Real; puede ofrecer una experiencia
única intensa que lo desarme, empujado a sus convulsiones internas que le
redescubran su propia fragilidad humana. Quisiera destacar a Lucian Freud[ix]; que nos habla desde el figurativo más carnal,
de la memoria existencial, de la turbación que produce el cuerpo desnudo como
carne y de su densidad, y a Jenny Saville[x] ; Se
sitúa en la mirada del niño hacia el adulto, para retratar cuerpos humanos
enormes como montañas de carne. Le interesan las superficies quebradas que
irrumpen en la piel como las heridas corporales abiertas- los genitales-, los
orificios que representan la nariz, la boca, los oídos…ese acercamiento a la
muerte que también representa en su serie de retratos “Nomadas”
También escenificar
la violencia a través de los distintos
lenguajes de la creatividad; el símbolo, la alegoría, la metáfora y la
metonimia… O la irrupción de la violencia de otros modos; a su desarticulación
a través del juego, la burla…por la vía de la transgresión inocua para evocar
sus conductas, pero esto puede surtir efecto de función catártica
Manifestaciones
como las performances han instaurado una revisión de lo ritual con un uso
extremo de lo abyecto. El antropólogo Georges Balandier[xi]habla
de ritos en culturas tradicionales que provocando la repulsión extrema y
desestabilizando el código sexual; escenifican a través del clown o bufón
ceremonial el máximo desorden, que en virtud de estas acciones será
simbólicamente atrapado y después domesticado. Paul Mccarthy[xii] utiliza la figura de Big Robert
(icono de la subcultura estadounidense ) para tratar sobre la violencia familiar; la
relacionada con los niños. Sus performances juegan con la confusión entre la
realidad y la ilusión a través del chiste. En ellos, el público no sabe si reír
o llorar ante los ataques de violencia brutal que, sin embargo rezuman
superficialidad y sentido del humor
Es muy cierto que lo morboso extremo
y la búsqueda de un impacto asegurado pueden anular un mensaje crítico con un
riesgo de espectacularización mas que con una práctica artística fundamentada y
consciente. Este es el caso límite de la obra del artista proscrito David Nebreda[xiii]
y la extrema tortura a la que somete su cuerpo. Es difícil
ubicar su arte; como obra-vida o quizás como arte performativo con heridas,
sangre, excrementos. Por ello, el artista recalca al mostrar sus fotografías el
rigor de verlas estrictamente como obras
de arte. Sin embargo no hay que negar la
presencia en diversas manifestaciones artísticas un bajo materialismo escatológico
vinculado a escritos de Bataille[xiv]
que otras veces se busque intencionadamente para provocar. Expertos en ello son
los polémicos hermanos Chapman[xv] que toman el tema de la muerte, el sexo,
nazismo… desde un punto de vista grotesco
que desafía todas las convenciones morales y lo políticamente correcto
[iii] Ferri, Enrico. “Socialism and
Modern science ( Darwin, Spencer, Marx)”, 1900
[iv]
Sigmund, Freud. “Más allá del
principio de placer”, 1920
[viii] Sierra, Santiago.
“Línea de 250 cm tatuada sobre seis
personas remuneradas” y “economía
racial”,2002.
[x] Saville,
Jenny. “Nómadas” (2003)
[xii]
Balandier, Georges. “El poder en escenas”; 1994
[xiv]
Bataille, Georges. “El bajo materialismo y la gnosis”
[xv] Jake & Dinos Chapman; “the marriage of reason and squalor” exposición,
Centro de arte contemporaneo de Málaga. 2003
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